jueves, 22 de diciembre de 2011

EL PALACIO

Dejo aquí el texto que leí a mis alumnos de 1º de Bachillerato la semana pasada, en el espacio LOS VIERNES, LECTURA. Comentarlo me parece inoportuno. Ya le sacamos partido en clase. Solamente quiero añadir algo. A Borges, como todos sabemos, por su ceguera, le leían. ¿Os imagináis, personas lectoras, leerle este texto a alguien pensando que es el proio Borges quien escucha? 

El Palacio no es infinito.
Los muros, los terraplenes, los jardines, los laberintos, las gradas, las terrazas, los antepechos, las puertas, las galerías, los patios circulares o rectangulares, los claustros, las encrucijadas, los aljibes, las antecámaras, las cámaras, las alcobas, las bibliotecas, los desvanes, las cárceles, las celdas sin salida y los hipogeos, no son menos cuantiosos que los granos de arena del Ganges, pero su cifra tiene un fin. Desde las azoteas, hacia el poniente, no falta quien divise las herrerías, las carpinterías, las caballerizas, los astilleros y las chozas de los esclavos.
 

A nadie le está dado recorrer más que una parte infinitesimal del palacio. Alguno no conoce sino los sótanos. Podemos percibir unas caras, unas voces, unas palabras, pero lo .que percibimos es ínfimo. Infimo y precioso a la vez. La fecha que el acero graba en la lápida y que los libros parroquiales registran es posterior a nuestra muerte; ya estamos muertos cuando nada nos toca, ni una palabra, ni un anhelo, ni una memoria. Yo sé que no estoy muerto.

J.L. Borges, El oro de los tigres, en Obras Completas,
Barcelona, 1996, Círculo de Lectores.  

sábado, 17 de diciembre de 2011

LOS NADIES

De un libro rollo, que no le gustó a nadie el año pasado. Os lo dejo para ambientaros esta semana de sobresaltos, llantos, malos rollos, etc., para que comprendáis que existen más cosas que unas notas... Quizás lea este texto en el Hospital.

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. 

Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.



Eduardo Galeano, Bocas del tiempo, Siglo XXI.
ISBN 978-84-323-1154-3


martes, 13 de diciembre de 2011

ESTEBAN PEICOVICH, Currículum

El fragmento que coloco aquí es de un libro maravilloso por lo ingenioso. Se trata de los POEMAS PLAGIADOS, de Esteban Peicovich. Ingenioso, porque como podéis comprobar, son poemas transcritos por el poeta a su obra, pero, con la peculiaridad de que ha encontrado dichos versos en los lugares más dispares (una pared, un diccionario botánico, discursos de políticos, poemas anónimos escritos en una nota de los recados, etc.) y él, los ha plagiado, por tanto.

CURRÍCULUM

Pensar, leer, escribir, charlar, discutir de buena fe; fumar, beber, tomar mate, caminar, la temperatura de 25 grados, el pirón, pescar, criar animales y plantas, los colores verdes y ocre, los olores a nafta, a bota fresca, a limón, a humo de madera, el razonamiento de los niños, las posaderas de mi mujer, buscar un acorde en la guitarra, mis buenos recuerdos, los malos también cuando son claros; estar sentado, tranquilo; viajar en ómnibus por la ciudad, el truco y la carambola, mi perro, mis manos - a veces- que se pareceen a las de mi hija, algunos objetos que conservo: cajitas, huesos, dibujos, papeles escritos, libros que he leído mucho...: mil cosas más: el campo a toda hora, el ruido de un motor afinado, las ciencias naturales, algunas voces humanas (la mía no), mi lugar de trabajo, la gente honrada, sincera y generosa: los limpios, y por sobre todo, compartir con ellos lo que más aprecio y hasta casi todo lo que amo.

(Respuestas dadas por el cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa, cuando se le preguntó sobre lo que más le gustaba de la vida).

Esteban Peicovich, Poemas plagiados, Buenos Aires, 2008. 
Ed., Bajo la Luna. Página 96.
ISBN 978-987-9108-61-1

domingo, 11 de diciembre de 2011

LAS TINIEBLAS, de Leonid Andréyev

Un revolucionario, perseguido por la policia, se esconde en una casa de prostitución. Ha cumplido ya 26 años, pero no sabe qué es tener una mujer entre sus brazos. Escoge la muchacha que cree más pura, y, entre las paredes de su habitación, inician un sorprendente diálogo. (...). Andreyev, en este relato palpitante, dibuja con mano maestra la ceguera del ser humano y su formidable egoísmo. (Texto extraído de la contraportada de EL ACANTILADO). Creo que con esta introducción entenderéis el fragmento elegido. Y espero que os guste. Obviamente las tinieblas son una metáfora, pero podemos comprender, si no compartir, cómo se siente este revolucionario acorralado exterior e interiormente:
Tenía la sensación de no haber salido jamás de aquella casa. No sabía si se encontraba en la cúspide de la vida o en un abismo; lo único que sabía era que estaba contra todo aquello que aún seguía siendo su vida, su alma.
"¡Es vergonzoso ser puro!".
Se acordó de sus libros, los que le enseñaron la vida, y una sonrisa amarga le hizo contraer los labios. ¡los libros! He aquí el libro: aquella mujer con los ojos cerrados, los brazos desnudos, el semblante fatigado, que esperaba con impaciencia. "¡Es vergonzoso ser puro!". 
De pronto comprendió con horror que la vida externa había acabado definitivamente para él, que ya no podía seguir siendo puro. Y, sin embargo, esa pureza era toda la alegría de su vida, todo su orgullo. Ahora se acabó. El reino de las tinieblas se acercaba. Quedarse allí o regresar con los suyos; ni lo uno ni lo otro era ya posible: había roto con el mundo. ¿Por qué acudió a aquella maldita casa? Hubiera valido más seguir en la calle, a merced de los espías, dejarse prender y conducir a la prisión. La prisión ya no le asustaba: allí hubiera podido mantenerse puro. Ahora ya era demasiado tarde: ni siquiera la prisión le salvaría.


Leonid Andréyev, las tinieblas, Barcelona, 2009,
El Acantilado. Página: 63 y 64.
ISBN: 978-84-92649-18-1

martes, 6 de diciembre de 2011

Hope there's someone, de Antony And The Johnsons

Sin que sirva de precedente, quiero colocar hoy una canción. Es terriblemente preciosa, es aterradoramente bella. En fin, espero que os guste. (Por cierto, la primera vez que la escuché fue en "La vida secreta de las palabras", una película altamente recomendable, así como casi todas de Isabel Coixet ("Cosas que nunca te dije" o "Mi vida sin mí"), su directora).
Aquí os dejo la letra y un vídeo:

Hope there's someone
Who'll take care of me
When I die, will I go

Hope there's someone
Who'll set my heart free
Nice to hold when I'm tired

There's a ghost on the horizon
When I go to bed
How can I fall asleep at night
How will I rest my head

Oh I'm scared of the middle place
Between light and nowhere
I don't want to be the one
Left in there, left in there

There's a man on the horizon
Wish that I'd go to bed
If I fall to his feet tonight
Will allow rest my head

So here's hoping I will not drown
Or paralyze in light
And godsend I don't want to go
To the seal's watershed

Hope there's someone
Who'll take care of me
When I die, Will I go

Hope there's someone
Who'll set my heart free
Nice to hold when I'm tired.


Antony and the Johnsons, Hope There's Someone (Secretly Canadian, junio de 2004).

(Para los alumnos audaces: haced la traducción, aunque sea con la ayuda de los profesores de inglés...)