miércoles, 30 de mayo de 2012

VIDA

Cada vez queda menos para acabar la historia de este blog. Si sigo con vosotros, seguiré aumentando als ENTRADAS con los textos y los comentarios; pero, si me voy, creo que no tendría sentido continuar. En cualquier caso, aquí os dejo un poema de JOSE HIERRO (acabo de comprar hoy en la FERIA DEL LIBRO DE JAÉN un ejemplar magnífico, una antología de sus poemas ilustrados con imágenes de los cuadros que pintaba él mismo) titulado VIDA. Se lo dedico con sinceridad a todos los alumnos de 2º de BACHILLERATO, con cariño: fue, "después de todo, o después de nada", un placer daros clases (sobre todo a los que ya sabéis).

VIDA

A Paula Romero
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada. 


Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada. 


No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.) 


Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.



(Los que aprueben lo entenderán de una manera, los que no, de otra, pero el sentido auténtico puede ser el mismo para ambos, creo. En fin, la ceremonia de la despedida se prolongará poco más).

domingo, 20 de mayo de 2012

GLOSAS A HERÁCLITO

Una amiga increible, que me hace mejor persona, por tenerla como amiga, claro, se ha aprendido estos versos de Ángel González, para dedicármelos como persona-libro, dice. ¡Qué gran honor! Lo único que se me ocurre para corresponderle es poner dicho poema aquí. Espero que lo disfrutéis -por cierto, es también de Ángel González.


GLOSAS A HERÁCLITO
1
Nadie se baña dos veces en el mismo río.
Excepto los muy pobres.
2
Los más dialécticos, los multimillonarios:
nunca se bañan dos veces en el mismo
traje de baño.
3
(Traducción al chino)
Nadie se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas)
4
(Interpretación del pesimista)
Nada es lo mismo, nada
permanece.
                            Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.

jueves, 10 de mayo de 2012

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ...

Para ver el concepto de circunstancia hemos utilizado hoy el famoso poema que aparece en Áspero Mundo, de Ángel González. Os lo dejo aquí y un enlace para oirlo en la voz del poeta. De regalo otros vídeos del CD La palabra en el aire, de Pedro Guerra -el cantautor del que os hablé. Disfrutadlo, aunque sea un aburrrido cantautor...

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ
Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...











martes, 8 de mayo de 2012

Lo espiritual en el arte, de Kandinsky

Hemos visto hoy en clase un texto del artista ruso y no me puedo resistir a poner el principio del libro:

Cualquier creación artística es hija de su tiempo y, la mayoría de las veces, madre de nuestros propios sentimientos. Igualmente, cada período cultural produce un arte que le es propio y que no puede repetirse. Pretender revivir principios artísticos del pasado puede dar como resultado, en el mejor de los casos, obras de arte que sean como un niño muerto antes de nacer. Por ejemplo, es totalmente imposible sentir y vivir interiormente como lo hacían los antiguos griegos. Los intentos por reactualizar los principios griegos de la escultura, únicamente darán como fruto formas semejantes a las griegas, pero la obra estará muerta eternamente. El Arte está en un nivel superior al de la Naturaleza, esto no es una premisa nueva. Los principios nuevos nunca salen de la nada, sino que se encuentran en una relación causal con el pasado y el futuro.

viernes, 4 de mayo de 2012

TODO ES MENTIRA (Un tema de Albert Plá para el fin de semana lluvioso).

Os dejo, haciendo algo que dije que no haría más, una canción. La letra la tenéis en el  vídeo. Este cantante, si lo recordáis, me sirvió para explicar el EMPIRISMO INGLÉS, pero es tan versátil que sirve también para llenar distancias y unir lo más lejano. En fin, en tiempos de sequía, fealdad y podredumbre, al menos, "hay bandas sonoras que ayudan a que una película no parezca tan mala o que incluso puedan ayudarla a parecer interesante y que merezca la pena verla hasta el final.
Eso sí, los títulos de crédito siempre al final y lejos, muy lejos. Lejísimo." (dixit Fer...).



 

martes, 1 de mayo de 2012

NECESIDAD DE LA LITERATURA, del maestro Lledó

En esta obra magnífica, recomendable, titulada Elogio de la infelicidad (¡ya el título invita a explorar el contenido!) Emilio Lledó concluye con una especie de manifiesto a favor de la literatura y, or extensión, de la filosofía, en una época alienada como la nuestra. A la espera de leerlo en clase de 1º de Bachillerato (en el espacio semanal "LOS VIERNES, LECTURA") incluyo el primer párrafo para que todos disfrutéis del mismo:

Si nos acostumbramos a ser inconformistas con las palabras, acabaremos siendo inconformistas con los hechos. Ambas actitudes son, sin embargo, formas de libertad. Y la libertad no admite conformismo alguno. Vivir, para los humanos, sobre todo en nuestros tiempos, ha sido siempre una sucesión de conformidades, de aceptaciones y sumisiones. Aceptamos el lenguaje; aceptamos, con él, sentidos, referencias y todo ese monótono universo de ecos que los medios de transmisión de imágenes, sonidos y letras codifican y propagan. Esta abundancia de comunicaciones ofrece, sin duda, una extraordinaria posibilidad de enriquecimiento, de amplitud y libertad; pero también, por los intereses políticos que las dominan y orientan, pueden hacer que la inteligencia resbale por significaciones y perspectivas, para embotarse y enajenarse. Porque los cauces por los que confluyen las imágenes y las palabras nos conforman a sus semejanzas -a las determinadas semejanzas que nos agobian- y nos hacen conformistas. Ser conformista supongo que debe querer decir algo así como conformarse con lo que hay e, incluso, aceptar que "no hay quien dé más". Pero conformarse añade también otro matiz. Conformarse es perder, en parte, la forma propia, para sumirse, liquidarse, en la ajena. Y esa pérdida de la propia forma, si es que la tenemos, si es que, como decía el filósofo, "hemos llegado a construir nuestra propia estatua", es pérdida de ser, pérdida de la sustancia que nos pertenece o nos debiera pertenecer, para derramarla hacia cauces ajenos. 

Emilio Lledó, Elogio de la infelicidad,  Madrid, 2006,
Cuatro Ediciones, pág. 155

miércoles, 25 de abril de 2012

¡BIENVENIDOS!

Un poema de Roger Wolfe para daros la bienvenida: Aquí está la casa, que como los poemas de este poeta del realismo sucio, puede que también se construya en el vacío. Pero al menos, estamos todos en ella, juntos y disfrutando.
Bienvenidos, amigos y familia.

METAFÍSICO ESTÁIS

El tipo dijo
con palabras elogiosas
que en el fondo
le agradezco:
«... he aquí el milagro
de una lírica
que se construye
en el vacío...»;
y miré los muros
de esta casa
que no es mía
y no hallé cosa
en que poner los ojos
que me ayudara
a pagar el alquiler.

Y tuve que darle
la razón.

jueves, 19 de abril de 2012

Avance Editorial: NUEVO LIBRO DE GALEANO

Os dejo un fragmento del nuevo libro de Galeano. Le debo este texto a Bernardo Ríos García, compañero en otro centro en las labores de bibliotecario. No estaría mal leer este texto el día del ENCUENTRO de los proyectos PERSONAS-LIBRO (IES ALARIFES RUIZ FLORINDO) y LA VOZ A TI DEBIDA (de nuestro centro).


Agosto 30
Día de los desaparecidos

   Desaparecidos:
   los muertos sin tumba,
   las tumbas sin nombre,
   las mujeres y los hombres que el terror tragó,
   los bebés que son o han sido botín de guerra.
   Y también:
   los bosques nativos,
   las estrellas en la noche de las ciudades,
   el aroma de las flores,
   el sabor de las frutas,
   las cartas escritas a mano,
   los viejos cafés donde había tiempo para perder el tiempo,
   el fútbol de la calle,
   el derecho a caminar,
   el derecho a respirar,
   los empleos seguros,
   las jubilaciones seguras,
   las casas sin rejas,
   las puertas sin cerradura,
   el sentido comunitario
   y el sentido común. 


Nuevo libro de Eduardo Galeano: "Los hijos de los días". Cuento 4

lunes, 16 de abril de 2012

Retrato psicológico del hombre-masa

Siguiendo la lectura abierta por Sara en su blog, me permito ampliar su lectura con este fragmento de la misma obra (LA REBELIÓN DE LAS MASAS) de Ortega y Gasset. Así aprovechamos y ampliamos nuestro vocabulario, además. El primer párrafo es un retrato psicológico del hombre-masa. Más abajo se amplían estas caracterísitcas con otros modos de ser del llamado "señorito satisfecho" o "hijo de familia" que tanto abunda hoy en día. Aunque estas palabras están escritas en 1937 (increíble, pero cierto).

Esto nos lleva a apuntar en el diagrama psicológico del hombre-masa actual dos primeros rasgos: la libre expansión de sus deseos vitales — por lo tanto, de su persona y la radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Uno y otro rasgo componen la conocida psicología del niño mimado. Y en efecto, no erraría quien utilice ésta como una cuadrícula para mirar a su través el alma de las masas actuales. Heredero de un pasado larguísimo y genial — genial de inspiraciones y de esfuerzos — el nuevo vulgo ha sido mimado por el mundo en torno. Mimar es no limitar los deseos, dar la impresión a un ser de que todo le está permitido y a nada está obligado. La criatura sometida a este régimen no tiene la experiencia de sus propios confines. A fuerza de evitarle toda presión en derredor, todo choque con otros seres, llega a creer efectivamente que sólo él existe, y se acostumbra a no contar con los demás, sobre todo a no contar con nadie como superior a él. Esta sensación de la superioridad ajena sólo podía proporcionársela quien, más fuerte que él, le hubiese obligado a renunciar a un deseo, a reducirse, a contenerse. Así habría aprendido esta esencial disciplina: "Ahí concluyo yo y empieza otro que puede más que yo. En el mundo, por lo visto, hay dos: yo y otro superior a mí." Al hombre medio de otras épocas le enseñaba cotidianamente su mundo esta elemental sabiduría, porque era un mundo tan toscamente organizado, que las catástrofes eran frecuentes y no había en él nada seguro, abundante ni estable. Pero las nuevas masas se encuentran con un paisaje lleno de posibilidades y, además, seguro, y todo ello presto, a su disposición, sin depender de su previo esfuerzo, como hallamos el sol en lo alto sin que nosotros lo hayamos subido al hombro. Ningún ser humano agradece a otro el aire que respira, porque el aire no ha sido fabricado por nadie: pertenece al conjunto de lo que "está ahí", de lo que decimos "es natural", porque no falta. Estas masas mimadas son lo bastante poco inteligentes para creer que esa organización material y social, puesta a su disposición como el aire, es de su mismo origen, ya que tampoco falla, al parecer, y es casi tan perfecta como la natural.

Vaya esto tan sólo para contrarrestar nuestra ingenua tendencia a creer que la sobra de medios favorece la vida. Todo lo contrario. Un mundo sobrado de posibilidades produce automáticamente graves deformaciones y viciosos tipos de existencia humana — los que se pueden reunir en la clase general "hombre heredero" de que el "aristócrata" no es sino un caso particular, y otro el niño mimado, y otro, mucho más amplio y radical, el hombre-masa de nuestro tiempo — . Por ejemplo: la propensión a hacer ocupación central de la vida los juegos y los deportes; el cultivo de su cuerpo — régimen higiénico y atención a la belleza del traje — falta de romanticismo en la relación con la mujer; divertirse con el intelectual, pero, en el fondo, no estimarlo y mandar que los lacayos o los esbirros le azoten; preferir la vida bajo la autoridad absoluta a un régimen de discusión, etc., etc. (...).
Esto, pienso, hace ver con suficiente claridad la anormalidad superlativa que representa el "señorito satisfecho". Porque es un hombre que ha venido a la vida para hacer lo que le dé la gana. En efecto, esta ilusión se hace "el hijo de familia". Ya sabemos por qué: en el ámbito familiar, todo, hasta los mayores delitos, pueden quedar a la postre impunes. El ámbito familiar es relativamente artificial y tolera dentro de él muchos actos que en la sociedad, en el aire de la calle, traerían automáticamente consecuencias desastrosas e ineludibles para su autor. Pero el "señorito" es el que cree poder comportarse fuera de casa como en casa, el que cree que nada es fatal, irremediable e irrevocable. Por eso cree que puede hacer lo que le dé la gana. ¡Gran equivocación! Vossa mercê irá a onde o levem, como se dice al loro en el cuento del portugués. No es que no se deba hacer lo que le dé a uno la gana; es que no se puede hacer sino lo que cada cual tiene que hacer, tiene que ser. (...).
No podía comportarse de otra manera este tipo de hombre nacido en un mundo demasiado bien organizado, del cual sólo percibe las ventajas y no los peligros. El contorno lo mima, porque es "civilización" — esto es, una casa — y el "hijo de familia" no siente nada que le haga salir de su temple caprichoso, que incite a escuchar instancias externas superiores a él, y mucho menos que le obligue a tomar contacto con el fondo inexorable de su propio destino.

jueves, 29 de marzo de 2012

EL PROFESOR

Salvando todas las distancias con el contexto en el que se enmarca la historia de abajo, este texto se lo dedico a los alumnos que he visto en la manifestación de hoy, también a los que, en su derecho, han decidido ir a trabajar (sin olvidar, por otra parte, que todos los derechos, incluidos el derecho al trabajo y el derecho a las huelgas, se han ganado en las calles, por cierto).
Yo hago, como ellos, mi trabajo, y ejerzo como ellos mis derechos. Ahí va:


EL PROFESOR

  En el patio, un ruido de botas con espuelas. Desde lo alto de las botas, tronó la voz de Alcibíades Britez, jefe de policia de Paraguay, un servidor de la patria que cobraba los sueldos y recibía las raciones de los policías difuntos.
  Desnudo, tirado boca abajo sobre el charco de su sangre, el prisionero reconoció la voz. Ésta no era su primera estadía en el infierno. Lo interrogaban, o sea, lo metían en la máquina de picar carne humana, cada vez que los estudiantes o los campesinos sin tierra hacían alboroto y cada vez que aparecía la ciudad de Asunción llena de panfletos para nada cariñosos con la dictadura militar.
  La bota lo pateó, lo hizo rodar. Y la voz del jefe sentenció:
    -El profesor Bernal... Verguenza debía darle. Mirá el ejemplo que le das a los muchachos. Los profesores no están para armar líos. Los profesores están para formar ciudadanos.
    -Eso hago- balbuceó Bernal.
   Contestó por milagro. Él era un resto de él. 

 Eduardo Galeano, Bocas del tiempo,
ed. SXXI, pág. 303

miércoles, 21 de marzo de 2012

DÍA INTERNACIONAL DE LA POESÍA, vol.1

A ALGUNOS LES GUSTA LA POESÍA  

A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más, sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatoria,
y a los mismo poetas,
serán dos de cada mil personas.

Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acariciar al perro.

La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.
Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferro
como a un oportuno pasamanos.

   Traducción de Gerardo Beltrán, David A. Carión Sánchez y Abel A. Murcia Soriano, en El gran número. Fin y principio y otros poemas (Wisława Szymborska) poesía Hiperión, 4ª edición, 2008.

martes, 20 de marzo de 2012

EL FIN DE LA RAZA BLANCA, de Eugenia Rico

Dentro de poco tendremos la oportunidad de leer los microcuentos que algunas de vosotras han escrito con motivo del día de la mujer. En lo que preparo el documento, os dejo con una autora que acabamos de descubror en nuestra casa. La verdad es que estoy un poco desconectado del mundo de las novelas y desconocía a la autora (la crítica la considera una de las mejores escritoras españolas actuales, que no es poco). Sin embargo, me ha gustado este librito. El fin de la raza blanca, está dividido en tres partes (“Cielo”, “Purgatorio” e “Infierno”) reúne trece relatos, más dos fragmentos que se insertan como arranque (“La cucharilla”) y colofón (“El hombre que vive en mi casa cuando yo no estoy”) del libro.
Con el breve y estremecedor cuento de más abajo comienza este fantástico libro de relatos  de Eugenia Rico, en él están la muerte, la bondad, el rechazo a la violencia, la fantasía, el humor, la maternidad, también el surrealismo y mil cosas más. 


LA CUCHARILLA

Él recorre mi piel con la cucharilla del café.

Me ha vendado los ojos.
Acabo de contarle mi vida. Es su turno.
Me ha vendado los ojos para que imagine mejor lo que
va a contarme y me ha atado para que le demuestre que creo ciegamente en él, que sé que no es un asesino, que estoy segura de que no va hacerme daño.
Pero yo no lo sé, por eso tiemblo cuando recorre mi
cuerpo con un cuchillo y me dice que es la cucharilla del
café.



La editorial es Página de Espuma.

domingo, 18 de marzo de 2012

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS, de Hesíodo


Como pronto llegarán días como los que anuncia el poeta griego, yo sólo os acerco sus palabras. Que cada uno piense al respecto lo que quiera:

 
Zeus destruirá igualmente esta estirpe de hombres de voz articulada, cuando al nacer sean de blancas sienes. El padre no se parecerá a los hijos ni los hijos al padre; el anfitrión no apreciará a su huésped ni el amigo a su amigo y no se querrá al hermano como antes. Despreciarán a sus padres apenas se hagan viejos y les insultarán con duras palabras, cruelmente, sin advertir la vigilancia de los dioses –no podrían dar el sustento debido a sus padres ancianos aquellos [cuya justicia es la violencia–, y unos saquearán las ciudades de los otros]. Ningún reconocimiento habrá para el que cumpla su palabra ni para el justo ni el honrado, sino que tendrán en más consideración al malhechor y al hombre violento. La justicia estará en la fuerza de las manos y no existirá pudor; el malvado tratará de perjudicar al varón más virtuoso con retorcidos discursos y además se valdrá del juramento. La envidia murmuradora, gustosa del mal y repugnante, acompañará a todos los hombres miserables.

Es entonces cuando Aidos y Némesis, cubierto su bello cuerpo con blancos mantos, irán desde la tierra de anchos caminos hasta el Olimpo para vivir entre la tribu de los Inmortales, abandonando a los hombres; a los hombres mortales sólo les quedarán amargos sufrimientos y ya no existirá remedio para el mal. 

Los Trabajos y los Días, 188-200

jueves, 8 de marzo de 2012

YO LEO TAMBIÉN LAS COSAS DE ELLAS

Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de abril de 1936. Pelo corto, ojos verdes y siempre adolescente. Sabía que moriría irremisiblemente de no escribir. Entonces escribió y lloró. Padeció el insomnio y la terrible limitación del lenguaje. A mí, desde que la conocí, me tiene atrapado: es una escritora enigmática, mágica, con ese halo de fatalidad que confirmó con su muerte. En mi modesta biblioteca, su Poesía Completa y sus Diarios ocupan un lugar predominante, junto al cuentito terrible de Erzébet Báthory, la condesa sangrienta.


En su honor, en honor de todas las mujeres y del resto de mortales, os dedico estos breves poemas de ÁRBOL DE DIANA (mi preferido es el último que he puesto, el número 23 -cada día me lo repito para resistir las insolencias, entre otras cosas...).


13

explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

 

20

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe

                                                     a Laure Bataillon


23

una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo

la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos


 





martes, 6 de marzo de 2012

CIEN AÑOS DE SOLEDAD, en los 85 años de García Márquez

Sumándome a la iniciativa de esta fecha, les dejo el incio de esta magnífica obra. El comienzo es increible, pero, ¡cómo añoro oirlo de viva voz a alguno de mis auténticos colegas!: El Coco, Paco, El Cochero, Fernando, Mai... En espera de vivirlo otra vez, aunque sea sólo una vez más, vuestro amigo en el exilio interior os brinda estas palabras.


Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocerlos nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquíades, hizo una truculenta demostración pública de los que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. "Las cosas tienen vida propia—pregonaba el gitano con áspero acento—, todo es cuestión de despertarles el ánima"

lunes, 5 de marzo de 2012

LLAMADA A TODAS LAS PERSONAS LECTORAS CON BLOG

Hola a todas:

os hago una petición personal. Se trataría de realizar el día 8 de Marzo (JUEVES) una experiencia bloguera -si existe esta expresión. Todas nosotras, personas lectoras, en nuestro blog tendríamos que poner un texto de una mujer escritora. Pero habría que hacerlo exactamente ese día. No vale otro día, ni antes ni después (me consta que ese día estáis muy ocupadas, sobre todo, las personas de 2º de Bachillerato, pero ahí reside precisamente el compromiso, compromiso libre y voluntario, como siempre). Si os parece interesante la actividad, debéis poner en el título de la entrada lo siguiente:

YO LEO TAMBIÉN LAS COSAS DE ELLAS...

Ánimo y contamos con vuestra entrega. Podéis poner textos de, por ejemplo, Wislawa Szymborska, Gioconda Belli, Blanca Flores, Amalia Bautista, Betty Smith, Carilda Oliver Labra, Azar Nafisi, Rosalía de Castro, Almudena Grandes, Alfonsina Storni, Simone de Beauvoir, Marta Vassallo, etcétera, etcétera, etcétera.

(Estoy a vuestra disposición, como siempre).

jueves, 1 de marzo de 2012

Sophia de Mello

Este breve poema de la autora portuguesa me encantó desde el principio. Es tan simple y tan hermoso que parece mentira que a una declaración de amor tan brillante, le basten cuatro versos para decir tanto.

¿Qué opináis vosotras...?


TERROR DE AMARTE

Terror de amarte en un sitio tan frágil como el mundo

Mal de amarte en un lugar de imperfección
donde todo nos quiebra y enmudece
donde todo nos miente y nos separa.

martes, 28 de febrero de 2012

NIETZSCHE: Un texto único

Acercándose la hora del ilustre pensador alemán, os dejo aquí una píldora de su talante como narrador. A muchos de vosotras os sonará el texto, estaba "adornando" mi aula el año pasado... Se trata de un fragmento de Verdad y mentira en sentido extramoral.


En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.

jueves, 23 de febrero de 2012

Descartes, Borges... (para mi alumnado de 2º de Bachillerato).

Borges, de igual modo que hizo con Platón, recrea en un poema el universo teórico de Descartes. No tiene desperdicio, sobre todo cuando en el último verso da otra vuelta de tuerca a la capacidad de soñar sobre lo soñado, imaginar sobre lo imaginado, vivir sobre lo vivido.

Soy el único hombre en la tierra y acaso no hay tierra ni hombre.
Acaso un dios me engaña.
Acaso un dios me ha condenado al tiempo, esa larga ilusión.
Sueño la luna y sueño mis ojos que perciben la luna.
He soñado a Cartago y a las legiones que desolaron a Cartago.
He soñado a Virgilio.
He soñado la colina del Gólgota y las cruces de Roma.
He soñado la geometría.
He soñado el punto, la línea, el plano y el volumen.
He soñado el amarillo, el azul y el rojo.
He soñado mi enfermiza niñez.
He soñado los mapas y los reinos y aquel duelo en el alba.
He soñado el inconcebible dolor.
He soñado mi espada.
He soñado a Elisabeth de Bohemia.
He soñado la duda y la certidumbre.
He soñado el día de ayer.
Quizá no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso sueño haber soñado.
Siento un poco de frío, un poco de miedo.
Sobre el Danubio está la noche.
Seguiré soñando a Descartes y a la fe de sus padres.

miércoles, 22 de febrero de 2012

EL DESAFÍO, SIN MIEDOS.

Este breve texto es tan eficaz que puede servir en múltiples escenarios y circunstancias. A mí me sirve cuando algunos quieren, desde cualquier ámbito, imponer su criterio porque son capaces de ejercer la fuerza. Siempre me he revelado, dentro de mis posibilidades, antre estos abusos. Hoy pienso, entre otras cosas, en los jóvenes valencianos, jóvenes adolescentes, de institutos como vosotros que han experimentado en su propia piel la fuerza bruta del estado. Pueden justificarse algunas actuaciones y tal vez nos falte la perspectiva de las fuerzas de seguridad, pero con las palabras del ministro son suficientes para confirmar el hecho de que algunos se han equivocado confundiendo su trabajo con la brutalidad.


EL DESAFÍO
 
No lograron convertirnos en ellos -me escribió el Cacho El Kadri.
Corrían ya los últimos tiempos de la dictaduras militares en Argentina y Uruguay. Habíamos comido miedo al desayuno, miedo al almuerzo y a la cena, miedo; pero no habían logrado convertirnos en ellos.

E. Galeano, El libro de los abrazos, Madrid, 2010, 
Siglo XXI, página 242.

viernes, 17 de febrero de 2012

LOS VIERNES, LECTURA (I)

Como todos los viernes de este curso, en clase de 1º de Bachillerato dedicamos los últimos momentos a la lectura. Hoy, y sin que sirva de precedente, coloco aquí el texto que corresponde a esta actividad con sus correspondientes preguntas. Espero que os guste el texto y que disfrutéis con las cuestiones planteadas.

(Aunque este blog no fue concebido para este tipo de trabajos, espero que las personas lectoras de nuestro proyecto, LA VOZ A TI DEBIDA, lo comprendan y me perdonen la osadía).


APLASTAMIENTO DE LAS GOTAS


Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida,  brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

J. Cortázar, Historias de Cronopios y de Famas, Madrid, 1996, 
Alfaguara, página 96 .

ACTIVIDADES.

  1. ¿Cuál es el final de las gotas?
  2. Podemos interpretar este texto como una metáfora, ¿Qué tema trataría entonces este texto?
  3. Y, ¿cómo interpretarías la primera línea?
  4. Imagina la vida de una de las dos gotas. Los arquetipos son: la gota, finalmente gorda, que se aferra al marco, a la vida; o, la otra gota, que se desprende rápidamente del marco.
  5. ¿Por qué crees que las gotas son tristes para el autor?

jueves, 16 de febrero de 2012

Una súbita desgana de estar vivo, (unos versos de JOSÉ HIERRO)

A veces el nombre de este blog se impone y soy realmente "un triste profesor de filosofía". Las causas pueden ser muchas y las silencio aquí y en clase. Son cuestiones personales que a nadie interesan. Pero otras, y este año, son demasiadas ya, las provocan el desánimo de los alumnos, la apatía, no hacia mis clases (mis clases no tienen importancia...) sino, como dice José Hierro hacia la propia vida. Caras displacientes, miradas hastiadas de todo y por todo...; así es muy difícil ejercer de docente ni de nada.

En fin, os dejo el poema y subrayo los versos más repetidos en mis clases de 1º de Bachillerato (1. "una súbdita desgana de estar vivo"; 2. "Yo, José Hierro, un hombre que se da por vencido sin luchar"), con la esperanza de que algunos o algunas despertéis de una vez por todas. Yo, os sigo esperando, porque frente a vuestra actitud lucho por vosotros en todas las clases.

UNA TARDE CUALQUIERA

Yo, José Hierro, un hombre
como hay muchos, tendido
esta tarde en mi cama,
volví a soñar.
(Los niños,
en la calle, corrían.)
Mi madre me dio el hilo
y la aguja, diciéndome:
«Enhébramela, hijo;
veo poco».
Tenía
fiebre. Pensé: —Si un grito
me ensordeciera, un rayo
me cegara… (Los niños
cantaban.) Lentamente
me fue invadiendo un frío
sentimiento, una súbita
desgana de estar vivo.
Yo, José Hierro, un hombre
que se da por vencido
sin luchar. (A la espalda
llevaba un cesto, henchido
de los más prodigiosos
secretos. Y cumplido,
el futuro, aguardándome
como a la hoz el trigo.)
Mudo, esta tarde, oyendo
caer la lluvia, he visto
desvanecerse todo,
quedar todo vacío.
Una desgana súbita
de vivir. («Toma, hijo,
enhébrame la aguja»,
dice mi madre.)
Amigos:
yo estaba muerto. Estaba
en mi cama, tendido.
Se está muerto aunque lata
el corazón, amigos.
Y se abre la ventana
y yo, sin cuerpo (vivo
y sin cuerpo, o difunto
y con vida), hundido
en el azul. (O acaso
sea el azul, hundido
en mi carne, en mi muerte
llena de vida, amigos:
materia universal,
carne y azul sonando
con un mismo sonido.)
Y en todo hay oro, y nada
duele ni pesa, amigos.
A hombros me llevan. Quién:
la primavera, el filo
del agua, el tiemblo verde
de un álamo, el suspiro
de alguien a quien yo nunca
había visto.
Y yo voy arrojando
ceniza, sombra, olvido.
Palabras polvorientas
que entristecen lo limpio:
Funcionario,
tintero,
30 días vista,
diferencial,
racionamiento,
factura,
contribución,
garantías…
Subo más alto. Aquí
todo es perfecto y rítmico.
Las escalas de plata
llevan de los sentidos
al silencio. El silencio
nos torna a los sentidos.
Ahora son las palabras
de diamante purísimo:
Roca,
águila,
playa,
palmera,
manzana,
caminante,
verano,
hoguera,
cántico…
… cántico. Yo, tendido
en mi cama. Yo, un hombre
como hay muchos, vencido
esta tarde (¿esta tarde
solamente?), he vivido
mis sueños (esta tarde
solamente), tendido
en mi cama, despierto,
con los ojos hundidos
aún en las ascuas últimas,
en las espumas últimas
del sueño concluido.

martes, 14 de febrero de 2012

SI ESTO ES AMOR...

De él dicen: "La poesía de Valter Hugo Mãe, a quien no es exagerado considerar el autor más importante que ha dado la literatura portuguesa en la última década, no rehúye ninguno de los asuntos caros a la poesía más reciente: afronta un trato directo y libre de prejuicios con el cuerpo e introduce la cultura pop sin miedo, pero también sin aspavientos". Yo conozco sólo un poemario FOLCLORE ÍNTIMO (en edición bilingue) y me ha sorprendido gratamente, pues fue elegido al azar -lo que me interesaba era la editorial VASO ROTO, que me parece magnífica, por cierto.
Os dejo un poema, no sé si de amor, pero al menos reivindicativo de lo que debe ser el amor frente a lo que algunos han convertido el fastidioso Día de San Valentín.

hartos de esperar


era una princesa con el corazón feo.
se sentaba a la ventana del castillo
eserando el amor
maldiciendo, pese a todo, cada
manifestación de ternura. porque
para ella el amor provenía de cosas malas
y esa era la verdad. todos los
príncipes que se arrodillaban a sus 
pies desistían forzados a la soledad por
mucho más tiempo y se lamentaban sin 
vergüenza toda la vida. nosotros comprendimos
a la princesa. pusimos ramos de flores en la
ventana donde murió y leímos poemas
sarcásticos a los tristes que pasaban. maldecimos
también la ternura y sabemos que el amor viene
de la muerte, hecho de azúcar para engañar
a nuestra sangre


somos como el diablo, queremos que las
chicas nos quieran y se callen y
nada más. somos como el diablo, queremos
que los chicos mueran

domingo, 5 de febrero de 2012

PREÁMBULO PARA DAR CUERDA A UN RELOJ, de Cortázar




Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con ancora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

miércoles, 1 de febrero de 2012

¿DÍA DE LA PAZ?

Os dejo aquí un famoso poema de César Vallejo y una canción de Kiko Veneno. No sé si servirá para celebrar este día que ha pasado casi desapercibido en el centro, pero a mí me basta:


MASA


Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la Tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporose lentamente,
abrazó al primer hombre; echose a andar

                            César Vallejo. España, aparta de mí este cáliz


HOY NO, 
Hoy no voy a decir lo que debo
voy a matar el tiempo
voy a salir de aquí.
Hoy no es el día de nada
hoy hablan solas las palabras
retumban desde aquí. 

Almuerzo de trabajo martes estúpido
acción humanitaria secreto militar.
Misiles sin fronteras pensamiento único
cañonazos de dinero bombas por la paz.
Desayuno en la bolsa comida de difuntos
bombas de carne sin perdón y sin piedad.
Tráfico legal ataque conjunto Letra de Hoy no - Kiko Veneno - Sitio de letras.com
minas personales sangre en el sofá. 


Now that you see nobody's really free
now that you know where are you going to go?
Daños laterales merienda benéfica
hormiga en el desierto residuo nuclear.
La otan y la eta la hostia en verso
expansión del universo conciencias por lavar.
Desayuno en la bolsa comida de difuntos
bombas de carne sin perdón y sin piedad.
Empuja tu carrito no eres el único
mira hacia adelante no vayas a preguntar.


 de Kiko Veneno.

Os dejo el enlace del tema:

sábado, 28 de enero de 2012

¿Es mejor ser amado que ser temido?, por Maquiavelo

En relación con lo que estuvimos hablando en clase, os dejo un texto que ilustrará lo ya visto. Debéis reconocer, lo siento, que leyendo a los clásicos (y no "viendo los clásicos") siempre se aprende algo. Os subrayo una spartes del texto, aunque todo en él es muy reseñable:

Nace de aquí una controversia: si es mejor ser amado que temido, o a la inversa. Mi respuesta es que convendría lo uno y lo otro; mas ya que es difícil reunir ambas cosas, es mucho mejor ser temido que amado, si ha de faltar una de ellas. Porque de la inmensa mayoría de los hombres puede decirse que son ingratos, volubles, engañosos, deseosos de evitar peligros y ansiosos de ganancias. Mientras los tratas bien, todos se declaran leales, te ofrecen su sangre, sus haciendas, sus vidas y hasta sus hijos, como ya dije antes, en tanto no tengas necesidad de ello, que si la tienes, tiempo les falta para que se revuelvan contra ti.
  Corre a su ruina el príncipe que lo ha fundado todo en las palabras de los suyos, si no tiene otros agarraderos. Porque las amistades que se compran con dinero y no con nobleza y grandeza de ánimo, se adquieren, pero no se poseen; y uno no puede apelar a ellas cuando los tiempos son contrarios. Los hombres no se cuidan tanto de ofender a quien se hace amar como a quien se hace temer; porque el amor se mantiene por vínculo de obligación y éste, dada la malicia humana, se rompe fácilmente en cuanto anda por medio la propia utilidad. En cambio, el temor se mantiene gracias al miedo al castigo, que nunca nos abandona.
   De todas maneras, el príncipe debe hacerse temer de tal modo que, si no se gana el amor de sus súbditos, al menos evite su odio. Porque muy bien pueden conjugarse no ser odiado y ser temido, cosa que conseguirá si se abstiene de usurpar las haciendas de sus súbditos y arrebatarles sus mujeres. Y en el caso de que haya de proceder contra la familia de alguno, hágalo con justificación conveniente y probada causa. Pero sobre todo no toque los bienes ajenos porque los hombres olvidan más fácilmente la muerte del propio padre que la pérdida del patrimonio.

Nicolás Maquiavelo, El príncipe, Barcelona, 1983, Planeta, 
páginas78, 79 (ISBN: 84-320-3887-3)

martes, 24 de enero de 2012

El jardín de senderos que se bifurcan (para Álvaro, otra joven persona lectora)

—Asombroso destino el de Ts'ui Pên —dijo Stephen Albert—. Gobernador de us provincia natal, docto en astronomía, en astrología y enm la interpretación infatigable de los libros canónicos, ajedrecista, famoso poeta y calígrafo: todo lo abandonó para componer un libro y un laberinto. Renunció a los placeres de la opresión, de la justicia, del numeroso lecho, de los banquetes y aun de la erudición y se enclaustró durante trece años en el Pabellón de la Límpida Soledad. A su muerte, los herederos no encontraron sino manuscritos caóticos. La familia, como acaso no ignora, quiso adjudicarlos al fuego; pero su albacea —un monje taoísta o budista— insistió en la publicación.
         —Los de la sangre de Ts'ui Pên -repliqué— seguimos execrando a ese moje. Esa publicación fue insensata. El libro es un acervo indeciso de borradores contradictorio. Lo he examinado alguna vez: en el tercer capítulo muere el héroe, en el cuarto está vivo. En cuanto a la otra empresa de Ts'ui Pên, a su Laberinto...
         —Aquí está el Laberinto -dijo indicándome un alto escritorio laqueado.
         —¡Un laberinto de marfil! -exclamé-. Un laberinto mínimo...
         —Un laberinto de símbolos -corrigió-. Un invisible laberinto de tiempo. A mí, bárbaro inglés, me ha sido deparado revelar ese misterio diáfano. Al cabo de más de cien años, los pormenores son irrecuperables, pero no es difícil conjeturar lo que sucedió. Ts'ui Pên diría una vez: Me retiro a escribir un libro. Y otra: Me retiro a construir un laberinto. Todos imaginaron dos obras; nadie pensó que libro y laberinto eran un solo objeto. El Pabellón de la Límpida Soledad se erguía en el centro de un jardín tal vez intrincado; el hecho puede haber sugerido a los hombres un laberinto físico. Ts'ui Pên murió; nadie, en las dilatadas tierras que fueron suyas, dio con el laberinto. Dos circunstancias me dieron la recta solución del problema. Una: la curiosa leyenda de que Ts'ui Pên se había propuesto un laberinto que fuera estrictamente infinito. Otra: un fragmento de una carta que descubrí.
         Albert se levantó. Me dio, por unos instantes, la espalda; abrió un cajón del áureo y renegrido escritorio. Volvió con un papel antes carmesí; ahora rosado y tenue y cuadriculado. Era justo el renombre caligráfico de Ts'ui Pên. Leí con incomprensión y fervor estas palabras que con minucioso pincel redactó un hombre de mi sangre: Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan. Devolví en silencio la hoja. Albert prosiguió:
         —Antes de exhumar esta carta, yo me había preguntado de qué manera un libro puede ser infinito. No conjeturé otro procedimiento que el de un volumen cíclico, circular. Un volumen cuya última página fuera idéntica a la primera, con posibilidad de continuar indefinidamente. Recordé también esa noche que está en el centro de Las 1001 Noches, cuando la reina Shahrazad (por una mágica distracción del copista) se pone a referir textualmente la historia de Las 1001 Noches, con riesgo de llegar otra vez a la noche en que la refiere, y así hasta lo infinito. Imaginé también una obra platónica, hereditaria, transmitida de padre a hijo, en la que cada nuevo individuo agregara un capítulo o corrigiera con piadoso cuidado la página de sus mayores. Esas conjeturas me distrajeron; pero ninguna me parecía corresponder, siquiera de un modo remoto, a los contradictorios capítulos de Tsúi Pên. En esa perplejidad, me remitieron de Oxford el manuscrito que usted ha examinado.Me detuve, como es natural, en la frase: Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan. Casi en el acto comprendí; el jardín de los senderos que se bifurcan era la novela caótica; la frase varios porvenires (no a todos) me sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. La relectura general de la obra confirmó esa teoría. En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts'ui Pên, opta —simultáneamente— por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también, proliferan y se bifurcan. De ahí las contradicciones de la novela. Fang, digamos, tiene un secreto; un desconocido llama a su puerta; Fang resuelve matarlo. Naturalmente, hay varios desenlaces posibles: Fang puede matar al intruso, el intruso puede matar a Fang, ambos pueden salvarse, ambos pueden morir, etcétera. En la obra de Ts'ui Pên, todos los desenlaces ocurren; cada uno es el punto de partida de otras bifurcaciones.Alguna vez, los senderos de ese laberinto convergen; por ejemplo, usted llega a esta casa, pero en uno de los pasados posibles usted es mi enemigo, en otro mi amigo. Si se resigna usted a mi pronunciación incurable, leeremos unas páginas.

Jorge Luís Borges, Ficciones, 1944

jueves, 19 de enero de 2012

EN LA ISLA DE VANCOUVER, texto de Eduardo Galeano para Antonio Rodríguez

Este texto se lo dedico a Antonio Rodríguez, por una conversación sin importancia "en el recreo". Es díficil tener claro que es lo importante de lo superficial, qué vale la pena y qué vale dinero (papel virtual, susceptible de mojarse y no valer nada..., para las agencias de calificación, por ejemplo...). Pero más difícil es saberlo ahora, cuando todo empuja hacia el mismo abismo y la gente se deja arrastrar hacia él, cabizbaja, tristemente (¡si al menos sonara la música como en La última noche del Titanic! -la película clásica, no la versión soporífera esa). Yo al menos estoy en otra parte, equivocado quizás, pero somos más de lo que otros creen. 
"El precio a pagar es alto" (recuerda la anécdota que te conté), pero a mí, como a los príncipes de LA ISLA DE VANCOUVER, me enaltece. 

(Un abrazo, de esos que entienden nuestras personas lectoras y nuestras personas-libro). 

“En la isla de Vancouver los indios celebraban torneos para medir la grandeza de los príncipes. Los rivales competían destruyendo sus propios bienes. Arrojaban al fuego sus canoas, su aceite de pescado y sus huevos de salmón; y desde un alto promontorio echaban al mar sus mantas y sus vasijas.
Vencía el que se despojaba de todo.”

lunes, 9 de enero de 2012

Un texto de Walter Benjamin

 Este pensador alemán, suponemos, que se suicidó en la frontera española, en Portbou (1940), ante la perspectiva de ser devuelto al otro lado de la frontera y entregado a la Gestapo.  Coloco aquí este fragmento de La obra de arte en la era de su reproducibilidad técnica, porque buscando información para el concurso Con acento, he vuelto a releer, para inspirarme, a la Escuela de Frankfurt (sobre todo he vuelto a hojear a Marcuse), y una lectura lleva a la otra, en fin.

El aprovechamiento natural de las fuerzas productivas, el crecimiento de los medios técnicos, de los ritmos, de las fuentes de energía, urge un aprovechamiento antinatural. Y lo encuentra en la guerra que, con sus destrucciones, proporciona la prueba de que la sociedad no estaba todavía lo bastante madura para hacer de la técnica su órgano, y de que la técnica tampoco estaba suficientemente elaborada para dominar las fuerzas elementales de la sociedad. La guerra imperialista está determinada en sus rasgos atroces por la discrepancia entre los poderosos medios de producción y su aprovechamiento insuficiente en el proceso productivo (con otras palabras: por el paro laboral y la falta de mercados de consumo). La guerra imperialista es un levantamiento de la técnica, que se cobra en el material humano las exigencias a las que la sociedad ha sustraído su material natural. En lugar de canalizar ríos, dirige la corriente humana al lecho de sus trincheras; en lugar de esparcir grano desde sus aeroplanos, esparce bombas incendiarias sobre las ciudades; y la guerra de gases ha encontrado un medio nuevo para acabar con el aura.